En este blog fuí plasmando semanalmente los cambios que se iban apreciando en mi estado de salud como consecuencia de la supresión del gluten en mi dieta durante 12 semanas (realmente fueron 11, igualmente suficientes). El resultado tras esas 11 semanas fué más que satisfactorio, ya que pasé la mejor primavera de mi vida en cuanto a la alergia se refiere, casi asintomática, y eso ha sido todo un triunfo. Actualmente no prescindo 100% del gluten, pero sí del trigo, y el consumo de otros cereales es meramente anecdótico.
También fuí recopilando artículos relacionados con el gluten que aportan información de interés relacionada con la temática del blog.
Este blog es un experimento personal ante el fracaso repetido de la medicina convencional en el intento de mejorar el estado de mis alergias (no hablo de paliar los síntomas), y como respuesta al desafío lanzado por la e-letter Tener S@lud. Con ello me hago responsable de los cambios que puedan acontecer en mi salud como resultado del cambio de alimentación y otras medidas.
Así mismo esta responsabilidad no es extrapolable a otras personas que decidan hacerlo, ya que cada uno debe responsabilizarse de sus propios actos y decisiones, y este blog no sustituye en ningún momento el servicio, consejo ni consulta de un profesional de la salud.


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lunes, 2 de junio de 2014

Toxicidad de las variedades modernas de trigo y enfermedad celíaca

"Mi hija fue diagnosticada de enfermedad celíaca hace unos meses. Afortunadamente, el diagnóstico ha sido precoz (con apenas tres años de edad), y todo gracias a que mostró síntomas (dispepsia, estreñimiento, etc). Pero, ¿Qué hubiera sucedido si hubiese cursado de manera asintomática, como en muchas personas? [1].

Me hice como era preceptivo en los familiares directos, las pruebas de marcadores (aunque únicamente me analizaron el IgA antitransglutaminasa y no el antigliadina y antiendomisio) y el test genético HLA. Cómo me imaginaba fue negativo, ya que hace unos 7 años que eliminé los cereales de la dieta. Bien es cierto que no llevaba una dieta sin gluten, tan solo eliminé el trigo a nivel “macroscópico” pero no aditivos como el almidón presente como espesante en muchos alimentos procesados. El test genético salió indeterminado, así que hasta que no me hagan una biopsia, no podré saberlo con certeza; o ni siquiera eso, ya que no estoy dispuesto a seguir una provocación durante unos meses para ello.

No obstante e incluso en el caso de que no fuese celíaco, seguiría con la eliminación de trigo, puesto que, no estamos adaptados a comer trigo, como especie, y cada vez hay más evidencia que así lo indica. El trigo, además del gluten y gliadinas, que no solo afecta a los celíacos dañando la mucosa intestinal, unido a la presencia de antinutrientes como los fitatos y lectinas, y su alto contenido en carbohidratos, especialmente amilopectina-A, es uno de los peores alimentos que existen. Su valor nutricional es bajo. Contiene fibra, pero no se ha demostrado en la literatura científica que la fibra insoluble tenga absolutamente ningún efecto beneficioso en la salud (incluso existe algún indicio en sentido contrario).

Uno de los artículos más interesantes que he podido leer últimamente [2] hace una comparación entre el tipo de proteínas de la familia del gluten y gliadinas, que contienen diferentes variedades de trigo tanto naturales, como modernas, obtenidas por hibridación y modificación genética.

Se señala como posibles causas del incremento de la prevalencia de la enfermedad celíaca, las mejoras en las técnicas de diagnóstico, una mayor sensibilidad social, y el aumento en el consumo de trigo y gluten. Se estima que la incidencia es de un 1% de la población, si bien la mayor parte de los “enfermos” (luego explico lo de las comillas) no lo saben (un 80-90%). La prevalencia en Finlandia de le enfermedad, se ha doblado en los últimos 20 años, lo que no se puede explicar únicamente por la mejora de las técnicas de diagnóstico [3].

Lo que estos investigadores querían saber es si las variedades de trigo que más se utilizan en la actualidad pueden tener algo que ver con el incremento de la prevalencia de la enfermedad. Los resultados obtenidos son verdaderamente interesantes. Los investigadores analizaron el tipo de proteínas de gluten presentes en 36 variedades modernas y 50 naturales de trigo, centrandose especialmente en dos tipos de proteína, la Glia- 9 y la Glia-20.

El tipo de proteína o epítopo que es reconocido por el sistema inmunitario de la mayoría de celíacos, es el Glia-9 [4,5]. Y qué casualidad, en conjunto, la presencia de Glia-9 es mucho mayor en las variedades de trigo modernas, en comparación con las salvajes, en las que el gluten predominante es el Glia-20.

Esto sugiere, según los autores, que las técnicas de hibridación y modificación genética utilizadas para mejorar la resistencia, rendimiento y procesabilidad del trigo [6], han incrementado el contenido de gluten al que la mayoría de la población, es sensible.

Esta es pues, otra de las causas del incremento de prevalencia de la enfermedad celíaca, y es que, especialmente desde los años 80, se han venido introduciendo variedades de trigo modificado, y que en la actualidad copan el mercado mundial. Son plantas de trigo más resistentes a las plagas, con mayor rendimiento, y que proporcionan harinas con una procesabilidad muy buena. Como contrapartida, el contenido de gluten del tipo más perjudicial ha aumentado.

Los autores del estudio indican por otro lado que hay algunas variedades tanto naturales como modernas con una menor toxicidad que podrían ser el punto de partida para seleccionar y crear especies con un menor contenido en gluten, lo que ayudaría a reducir la prevalencia de la enfermedad.

Pero, ¿Vale realmente la pena?¿Es la enfermedad celíaca realmente una enfermedad?¿No estaremos forzando algo que es completamente antinatural? Desde mi punto de vista, teniendo en cuenta el bajo valor nutricional del trigo, la alta carga de antinutrientes que posee, el gluten y gliadinas que dañan la mucosa intestinal, no solo en celíacos sino en toda la población (cada vez se habla más de la “intolerancia al gluten”) y las respuesta auto-inmunes que provocan algunas proteínas presentes en el trigo, no creo que merezca la pena. Hay que eliminar al trigo como alimento.

Desde un punto de vista evolutivo, ni nosotros ni ninguno de nuestros antepasados en la rama de los homínidos se alimentaba de trigo, hasta la llegada del neolítico y la revolución agrícola. Es otro argumento más en contra del consumo de cereales, cuya adopción en la dieta tuvo consecuencias nefastas sobre la salud de las poblaciones que los introdujeron, como bien saben los antropólogos. Por eso señalaba más arriba en comillas lo de “enfermedad celíaca”. Realmente no pienso que ser intolerante al gluten sea una enfermedad, sino que es algo natural inherente a nosotros como especie. El resultado de ir en contra de nuestra naturaleza si que son multitud de enfermedades, entre las que podemos citar diabetes, resistencia a la insulina, obesidad, y enfermedades autoinmunes [7] (muchas de las cuales todavía se señalan como de origen “desconocido” ignorando la evidencia en favor de un factor desencadenante nutricional).

Por cierto, que para una buena introducción a la toxicidad del trigo, y a sus nefastos efectos sobre la salud de todas las personas, no solo celíacas, recomiendo el libro Wheat Belly, del cardiólogo William Davis, del que ya hablaré otro día.

Referencias:

1.- Rubio-Tapia A, Kyle RA, Kaplan EL, Johnson DR, Page W, Erdtmann F, Brantner TL, Kim WR, Phelps TK, Lahr BD, Zinsmeister AR, Melton LJ III et al (2009) Increased prevalence and mortality in undiagnosed celiac disease. Gastroenterology 137:88–93

2.- Van den Broeck HC, Jong HC, Salentijn EMJ, Dekking L, Bosch D, Hamer RJ, Gilissen LJ, van der Meer IM, Smulders MJ (2010) Presence of celiac disease epitopes in modern and old hexaploid wheat varieties: wheat breeding may have contributed to increased prevalence of celiac disease. Theor Appl Genet 121:1527–1539

3.- Lohi S, Mustalahti K, Kaukinen K, Laurila K, Collin P, Rissanen H, Lohi O, Bravi E, Gasparin M, Reunanen A, Mäki M (2007) Increasing prevalence of coeliac disease over time. Aliment PharmacolTher 26:1217–1225

4.- Vader W, Stepniak DT, Bunnik EM, Kooy YMC, de Haan W, Drijfhout JW, van Veelen PA, Koning F (2003) Characterization of cereal toxicity for celiac disease patients based on protein
homology in grains. Gastroenterology 125:1105–1113

5.- Camarca A, Anderson RP, Mamone G, Fierro O, Facchiano A, Costantini S, Zanzi D, Sidney J, Auricchio S, Sette A, Troncone R, Gianfrani C (2009) Intestinal T cell responses to gluten peptides are largely heterogeneous: implications for a peptide-based therapy in celiac disease. J Immunol 182:4158–4166

6.- Shewry PR, Tatham AS (1997) Biotechnology of wheat quality. J Sci Food Agric 73:397–406

7.- Ventura A, Magazzù G, Greco L (1999) Duration of exposure to gluten and risk for autoimmune disorders in patients with celiac disease. Gastroenterology 117:297–303"

Fuente: Salud evolutiva


Este blog sólo contiene material informativo. En ningún momento sustituye el consejo o consuta de un especialista. Las opiniones y artículos de otros autores publicados aquí no necesariamente coinciden con las opiniones del blog, no obstante si están incluidos es porque se consideran interesantes e ilustrativos en algún aspecto relacionado con la tematica del blog.
Y como en todo en la vida, sé curioso, investiga, contrasta, no te quedes con lo primero que leas o te cuenten. Mientras uno crece, no envejece, y como diría Walt Whitman: 

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